Cuando los primeros habitantes llegaron a Alfonso Bonilla Aragón, se encontraron con cultivos de millo y barro. Mucho barro. Algunas familias, encerraron sus lotes con ramadas de esterilla y construyeron sus casas ladrillo por ladrillo.
Cuando las personas salían a trabajar, a las 5 o 6 de la mañana, se subían a los jeeps, el primer transporte que tuvo la comuna 14 y el Distrito de Aguablanca. Muchas veces se iban colgados “de bandera” en las puertas, y cuando llovía, empacaban dos pares de zapatos, un tarro de agua y un trapo, para limpiarse el barro que les quedaba de caminar en medio de las trochas.
Bonilla tiene historia, sus memorias están en las familias que lo habitaron hace más de 30 años y que hoy lo ven orgullosas de haberlo construido.
Si querés conocer la historia del barrio, escucha la Oraloteca; dale click en reproducir.
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